After Life, Ricky Gervais y su manera de contar un drama

0 Shares
0
0
0
0
0
0
Raiola Networks

Ha pasado casi medio año desde que terminé de ver After Life, la serie de Netflix creada, protagonizada y quien sabe cuantas cosas más, por Ricky Gervais, ese cómico tan ácido como polémico y del que siempre escuchamos hablar cuando hay alguna controversia con los límites del humor (hola Will Smith 🥊)

Con esta presentación del creador, ¿qué se puede esperar de su serie? Pues, como se suele decir en los titulares clickbait, la respuesta os sorprenderá

No todo es Ricky Gervais en After Life, pero casi

No nos engañemos. Con el cómico británico a los mandos, esperar una comedia sencilla para todos los públicos sería de idiotas. Pero esperar esta mezcla de humor negro con el drama más profundo que te puedas imaginar, estaba lejos de lo que yo podía imaginar.
Por si estás leyendo esto y desconoces de que va la serie: es la historia de Tony, personaje interpretado por Gervais, un hombre de mediana edad, con un trabajo mediocre y poco satisfactorio, que acaba de perder a su mujer por un cáncer y sólo ve su propia muerte como una solución a su tristeza. Intenso, ¿eh?

Con esta sinopsis, la cosa ya pinta de otra manera. Y es que After Life es un puñetazo directo al estómago. Ver a Tony apalancado en la cama o el sofá, bebiendo y viendo los videos que su esposa (Lisa) dejó grabados durante su tratamiento de quimioterapia hace que se te haga un nudo en la garganta y te preguntes si realmente quieres seguir viendo esta serie.
Y ojo, no es un dramatismo forzado buscando la lágrima del espectador. Quizás en algunos momentos se roce ese punto, pero la sensación que queda no es esa. Es simplemente un retrato cercano de alguien que ha sufrido una perdida y desconoce qué hacer con tanto dolor. Triste y soberbio a partes iguales.

Pero, ay amigos, estamos hablando de Ricky Gervais. Como decíamos en la introducción, el actor es famoso por algo diferente de sus dotes actuando. Y es que siendo una creación del británico hay humor negro, ácido, cínico y de todos los adjetivos que se os ocurra añadir a la lista. Y es genial, porque aunque se tenga el miedo de que pueda degenerar en algo muy bestia viendo el hilo conductor de la serie, resulta que generalmente la comedia aparece en el momento justo, en la medida justa y haciéndote reír a carcajadas.

Aunque hay que remarcar ese generalmente, que no está puesto al azar. No siempre se encuentra el tono adecuado en el momento adecuado. Yendo hacia la parte final de la serie, hay ocasiones en las que el humor eclipsa por completo al drama y ahí la serie cae en picado. Da igual lo desternillante que haya podido ser la gracia, en el momento que el humor sobrepasa al drama, el resultado deja mucho que desear. Lo que hace genial a la producción de Netflix es haber encontrado en la mayor parte de los capítulos ese perfecto balance entre el reir y el llorar, por lo que cuando la balanza se inclina demasiado hacia uno de los dos puntos, la cosa chirría y pierde calidad.

Ricky Gervais en estado puro y más allá

También inclina la balanza de la calidad los personajes que complementan el reparto encabezado por Gervais y su perro (si, tiene un perro y es bastante protagonista). Todos son fantásticos en el papel que les ha tocado en esta historia: Matt, el jefe blando; Kath, la compañera ingenua con sus creencias en el horóscopo y lo paranormal; Lenny, el compañero grandote y bueno de corazón… Todos ellos tienen un rol fundamental en la historia que gira por y para Tony y cumplen con actuaciones mucho más que correctas. Y, como el humor y el drama, con un tiempo en pantalla por lo general muy justo para gustar sin cansar.

Pero no son todos los que están. Hay personajes más secundarios, como el June y su hijo James, pero sobre todo Brian (David Earl) que en sus primeras apariciones resultan muy divertidos y le dan aire a la serie. Pero han ido más allá, han tenido más minutos frente a las cámaras del que era necesario y se acaban convirtiendo en minutos en los que desconecté de lo que ocurre porque son tan absurdos y me provocaban tan poco interés, que me aburrieron muchísimo. Y vuelvo a recalcar a Brian, del que me quedó la sensación que lo usaron para alargar el metraje y les salió el tiro por la culata.

Por último, hay que hablar de Ricky Gervais, auténtica estrella de After Life, con permiso del perro que le acompaña.
Gervais ha demostrado que no solo es un cómico brillante, sino que es un actor que puede ser tenido en cuenta para otro tipo de roles. Obviamente está lejos de ser una gran estrella en el firmamento de Hollywood, pero esa mezcla de comicidad y drama de la que hace gala toda la serie, ese papel de auto-destrucción, el uso del sarcasmo y cinismo… Ha sido una gran sorpresa verle actuar más allá de los monólogos, y encima hacerlo bien.

Eso sí, creo que decirlo está de más pero en cualquier caso quiero remarcarlo: si no eres fan de Ricky Gervais, olvídate. Puedes ignorar esta serie como si nunca hubiera existido.
Sí, como serie dramática es recomendable por todo lo que la compone y deja la puerta abierta a que cualquier tipo de espectador pueda llegar a ella, pero todo gira en torno a la figura del británico y su particular modo de ver la vida, que ya conoces si has visto alguna presentación o espectáculo suyo. Y si ya lo conoces, ya sabes si es para ti o no. Si hasta ahora no has entrado en sintonía con él, After Life no va a cambiar nada. Es más, es probable que lo repudies más si cabe por mezclar algo tan serio como la perdida, el luto y el suicidio con ese humor tan particular que le caracteriza.
Pero si sólo conoces el chiste de la edad de las novias de Leonardo DiCaprio y poco más, dale una oportunidad porque quizás pases unas horas de disfrute (bueno, ya me entendéis) frente a la televisión.

En definitiva, After Life es una serie recomendable, hecha por y para Ricky Gervais y sus fans pero que abre los brazos a otro público. Sí, es un dramón de muerte, autodestrucción y negatividad. Pero no deja de ser una obra del cómico británico y todo está envuelto en su humor y su particular manera de ver la vida, que, sabiendo qué comedia hace, deja poco espacio a la sorpresa.

 

 

 

0 Shares
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like