Better Call Saul, ¿ha superado el alumno al maestro?

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Raiola Networks

Soy una persona que le gusta mucho tirar del refranero y de frases populares. En este caso, no puedo evitar pensar a aquello de “las comparaciones son odiosas”, pero en el caso que nos traemos entre manos, creo que no termina de poderse aplicar del todo, porque con Better Call Saul es inevitable evitar las comparaciones con Breaking Bad. Dos productos del mismo creador, compartiendo personajes y en un mismo universo. ¿Cómo es posible hacer comparaciones?

Y, habiendo dejado pasar unos días desde que termino la serie de Saul y después de haber comenzado nuevamente a ver la historia de Walter White desde el inicio, creo que es más que correcto preguntarse si el spin-off ha superado en calidad a la serie original.

Respuesta corta: no.
Respuesta larga: no, pero…

Better Call Saul y todo lo que hace bien

Comencemos por el principio, que es poner en valor a Better Call Saul. Y es que estamos ante una de las mejores series de los últimos años desde que acabó Breaking Bad.

Vince Gilligan sigue al frente en la creación de esta historia y sigue siendo algo muy cercano a un genio cinematográfico. Toda la puesta en escena tiene una calidad y una personalidad única. Si ya en la serie madre el aspecto técnico era fantástico, desde la fotografía a la dirección, pasando por la banda sonora y una edición fabulosa, en la historia de Goodman todo se ha elevado.
El creador, con la colaboración de Peter Gould, ha llevado todo a un nuevo nivel. Ha mejorado en todos los aspectos y ha dotado a la serie de una personalidad propia más marcada todavía que en su anterior trabajo.

A esto hay que añadirle un guión que ni si quiera me siento capaz de analizar. Voy a pasar por alto el hablar del desarrollo de los personajes, de la dualidad del bien y el mal, si delincuente se nace o se hace, de como todas las decisiones de los protagonistas y antagonistas tienen un porqué y una explicación lógica. Voy a saltar todo eso, porque merece un artículo de cientos de palabras de los que ya hay multitud en internet.

También voy a pasar de puntillas por el buen hacer del reparto, porque no sorprende. Los Bob Odenkirk, Giancarlo Exposito y compañía ya los conocíamos. Pero si quiero remarcar a los actores que dan vida a Kim (Rhea Seehorn) y a Lalo Salamanca (Tony Dalton), ya que me parecen un descubrimiento fantástico y todo un acierto del casting, que debería ser recompensado con premios a mejor actuación en más de una gala.

Seehorn comenzó en la serie con un papel bastante secundario, me atrevería a decir que incluso estaba pensado para ser breve, pero poco a poco se fue comiendo la pantalla y terminó siendo co-protagonista de una serie que no lleva su nombre y ha derribado las puertas de una industria que, espero, le hará ganar fama y roles importantes de aquí en adelante.
En el lado del villano, Tony, tenemos a un actor que me recordó muchísimo a Jeffrey Dean Morgan en su papel de Negan en The Walking Dead. Un actor siempre bastante desconocido pero con un carisma para el papel que ha hecho que sea una verdadera lástima que no dispusiese de más minutos frente a las cámaras.

¿Y no es mejor que Breaking Bad?

Pero la cuestión es, si es tan buena técnicamente, en guión, los actores son tan geniales… ¿por qué no considerar que es un producto mejor que Breaking Bad?

Pues mi primer pensamiento fue algo muy básico: porque es el spin-off de una de las mejores series de todos los tiempos. Es decir: llegó tarde. Quien innovó, fue otra (que también se puede discutir su innovación).
Todo lo que Better Call Saul hace a un nivel más que sobresaliente, Breaking Bad lo hizo bastantes años antes. Todos esos planos tan geniales, esas canciones en esos momentos, esa creación y desarrollo de un personaje moralmente reprobable, etc. son una réplica más o menos acertada de algo que ya habían hecho entre 2008 y 2013 con la serie de Walter White. Y no basta con estar al mismo nivel cuando tu contrincante fue el pionero.

Pero como decía, este fue mi primer pensamiento. Y sigo pensando que es un pensamiento correcto, pero hay que añadir un matiz muy importante a la pregunta:
¿Ha superado Better Call Saul a Breaking Bad? No, pero porque no se puede superar a la misma creación. De echo, en ningún momento digo que Breaking Bad sea mejor.
La historia de Saul Goodman no es mejor ni peor que las 5 temporadas de Walter White, simplemente son la misma historia. Han cogido el universo que ya tenían creado y le han puesto un principio y un final.

Le han dado un principio creando un origen a los personajes más reseñables y de los que se conocía menos: la versión pringaillo eclipsada de Jimmy McGill a la sombra de su hermano, el policía corrupto con un sentido del honor algo particular que supone Mike, la versión más vulnerable de Gustavo Fring… Todo esto lo ignorábamos y nos hace descubrir el fondo y el historial de los personajes que ya conocíamos. Nos hace comprender mejor Breaking Bad.

Y los últimos capítulos de Better Call Saul, esas horas de blanco y negro, le dan el cierre definitivo a esta creación. Ya sabíamos que fue de Walter, Jesse, Mike y compañía. Pero ahora se han cerrado los pocos flecos sueltos que quedaban.

Todo siguiendo el mismo patrón, mismas técnicas, mismos puntos fuertes. Personalmente, he dejado de verlo como dos productos independientes y complementarios y he iniciado a verlos como una sola serie de dos partes.

Aunque siempre pondré ligeramente por encima a Breaking Bad 🙂

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