Asimov es una de mis asignaturas pendientes desde hace demasiado tiempo. Solamente he leído hace unos años una obra suya, El fin de la eternidad, y no sé porqué no he vuelto a él, porque lo que encontré ahí tiene todo lo que me atrapa de un libro. ¿Quizás un poco denso? ¿Un poco pausado? Quizás. Ha pasado demasiado tiempo como para tener mucha más información en mi memoria más allá de un “Asimov mola”.
Con ese simple pensamiento vi que Apple estaba preparando la adaptación de Fundación, la gran obra del escritor soviético, y me alegré muchísimo porque tendría la ocasión de tener un nuevo acercamiento a su trabajo sin tener que pelearme con las decenas de escritos que componen esta historia.
Dicho lo cual, obviamente, mi opinión es la de una persona que desconoce por completo el material original. Si es mejor o peor que los libros, si los personajes han cambiado de sexo o etnia, son cosas que me dan igual por completo y voy a dar mi opinión únicamente en referencia a lo que he visto en Apple+ sin hacer ninguna comparación con lo escrito por el señor Asimov.
Fundación, empecemos cogiendo ritmo
Comencemos por el principio y sin paños calientes: el inicio de la serie es agridulce. Si el primer capítulo presenta a la mayoría de los protagonistas que ocuparán casi toda la trama de la temporada de una manera bastante interesante, explicando por donde irá la línea argumental principal, en los siguientes el ritmo pega un bajón muy considerable y se hace pesado, con ganas de que vayan pasando los capítulos y cruzando los dedos para dos pecados principales vayan desapareciendo con el pasar de los minutos.
El primero y que tiene peor solución es el reparto. Quitando a Joe Harris, que es un auténtico fuera de serie, Lee Pace, que está soberbio y, muy en menor medida, a Lou Llobel, el resto de actores no están a la altura y tienen una falta de carisma preocupante.
La actriz que interpreta a Salvor (Leah Harvey) es el caso que más hace saltar las alarmas, porque a partir del segundo capítulo su tiempo en pantalla es enorme y, lamentablemente, no consigue atraparte ni que sientas el más mínimo interés por su devenir. Y, siendo uno de los personajes principales, poca solución se me ocurre en este aspecto.
Por otro lado, tenemos el tema argumental. En mi caso, me gusta utilizar el concepto “españolada” en las series cuando, en argumentos o momentos puntuales, se desarrollan romances entre personajes y escenas amorosas que están completamente fuera de lugar.
¿Por qué el termino españolada? Porque creo que es algo de lo que padecen (o han padecido en los últimos lustros) las ficciones españolas. El ejemplo perfecto es La Casa de Papel, donde los romances en medio de un atraco de alta tensión están a la orden del día.
Volviendo a lo que nos interesa, Fundación sufre de estas españoladas en la primera temporada con sus dos personajes femeninos principales, Gaal y Salvor, y no sé cual de las dos me estorbó más. Estamos ante una serie de ciencia ficción que quiere ser referente en el genero en los próximos años, por lo que si quieres apostar todo al rojo, que sea así, no te quedes a medias tintas. Danos el cien por cien de sci-fi, no lo adornes con historias de amor que (por suerte) no tienen mayor futuro que el de rellenar unos pocos minutos de capítulo.
Además del punto romanticón, que es un mal posiblemente temporal, no hay que pasar por alto todas las coincidencias argumentales que tiene la serie (quizás herencia de los libros, quizás iluminaciones de los guionistas) que también pueden provocar que acabes desconectando un poco de la serie por lo inverosímil de las circunstancias.
Chirría que siempre se justifique todo como parte de las predicciones del perfecto plan de Hari Seldon. Así, tenemos que una raza enemiga del imperio encontrará una nave espacial que salta al azar de galaxia en galaxia y que esto desencadenará en una serie de acciones que terminarán con él mismo apareciendo en el momento exacto antes de que haya víctimas importantes que lamentar, en el punto exacto donde tres razas enemigas entre ellas están reunidas, para así poder dar su discurso motivacional para los próximos tropecientos siglos. No lo sé Rick, parece forzado y poco predecible.
Hay mucho para ser optimistas
Pero no nos dejemos llevar por la negatividad. Fundación es una gran obra de ciencia ficción audiovisual, todo un caballo ganador para Apple y una apuesta de futuro dentro del género. Probablemente sea de las mejores propuestas de los últimos años.
Estamos ante una producción MUY ambiciosa. Se quiere adaptar en unas 8 temporadas toda la obra de Asimov, que comprende 16 libros, innumerables escritos y relatos cortos y casi 25 años de trabajo. Y eso sin contar con que el conjunto de libros abarca una historia de milenios. ¿Cómo es posible adaptar tan largos periodos de tiempo, que en texto es relativamente sencillo, a una producción audiovisual?
La serie lo está intentando y parece que lo están consiguiendo. El lograr mantener a los personajes y actores durante siglos les está saliendo bien. El tener un guión ágil y lo suficientemente explicativo para poder introducir filosofía, religión, matemáticas, política interplanetaria, culturas, etc. en un ámbito galáctico es, como dicen en italiano, un capolavoro.
Además, Apple está demostrando tener un gusto estético exquisito más allá de los productos que vendan. Si habéis visto otras producciones de los californianos, como Ted Lasso o Becoming you, os habréis dado cuenta de que la fotografía, el uso de los colores, saturaciones… Tienen un toque especial. Están muy cuidados y producen auténtico placer visual. Esto también lo están consiguiendo con Fundación.
La serie está lejos de ser Dune (para mi, actualmente, el referente en cuanto a “bonito”), pero destaca respecto al resto de las series de otras compañías.
Por último, hay que agarrarse a las líneas argumentales que sobresalen por encima de las demás o las que están por desarrollarse. La historia de los Cleons y su decadencia es maravillosa, coherente y cuenta con Hermano Día, que es el mejor personaje/actor de los 10 capítulos. El encuentro entre Gaal y Salvor al final de la temporada, ahora que se han quitado lastre de encima y se han quedado solas, es el mejor interrogante que tenemos de cara a la segunda estación.
En definitiva, la primera temporada de Fundación está lejos de ser perfecta, pero es un gran punto de partida sobre el que construir. Hay material de sobra, actores que pueden llevar el peso de la serie y Apple tiene aquí un cabeza de cartel al que le dará todo lo que necesite.
Haciendo ajustes aquí y allá y siguiendo las buenas pautas de los primeros 10 episodios, Fundación puede convertirse en una de las grandes series actuales.