Estoy un poco harto de series. No es un hartazgo de que estoy viendo demasiadas de manera simultanea o que haya llegado a un punto en el que me bajo del barco y no vuelvo a poner algo en Netflix o HBO en mi vida. Estoy harto de la cantidad por encima de la calidad. Cansado de que un producto sea un éxito y se acabe quemando de tanto tirar del hilo e intentando sacar más y más dinero. De las series de moda.
Echo de menos “las grandes series de antaño” 👴🏻 Los grandes productos (únicos, por otro lado) que triunfaron hace dos décadas como Los Soprano o The Wire. Si las comparas con las grandes series del momento e, incluso, de los últimos años, es casi vergonzoso.
Por eso le tenía muchísimas ganas a Succession, la última gran producción de HBO y mi gran esperanza para encontrar el producto de calidad que tanto echo en falta, visto lo que las críticas decían de ella.
Haciendo un resumen de mi opinión de manera express: casi, pero no. Ojo, un gran producto, por encima de la mayoría de las opciones actuales. Pero yo no quiero hablar de la serie en profundidad o de lo que me ha parecido, sino de tres detalles que me quedaron marcados después de ver la primera temporada (estoy a punto de terminar la tercera ya)
Succession está en los detalles
El primero de ellos y más evidente es el tema principal de la serie. Si no has visto la serie y no conoces la canción, toma dos minutos de tu tiempo, dale al play ahora mismo y escúchala con calma.
Es una canción sencilla, nada realmente excepcional, con un piano y un violín que destacan por encima del resto. Pero, como decía un amigo mio, en la sencillez está la excelencia.
Si eres de los que desconoce el argumento de la serie por completo, estoy seguro que solamente escuchando estos acordes de piano tienes una fotografía completa del estilo y el tono que tendrá la serie, una buena meta para el tema principal y música de cabecera de cualquier producción audiovisual.
Sin embargo no es sólo eso. Es que la canción la vas a escuchar siempre, en todo momento. En cualquier capítulo puede sonar de fondo, puede estar acelerada para generar tensión o sonar con más pausa para conseguir el efecto contrario, pero va a estar ahí siempre. No digo que sea la única melodía que se escuche, pero prácticamente. Es una maravilla que una serie tenga una música tan buena, tan cuidada y tan explotada.
El segundo de los detalles, este un poco más fino, es el uso de la cámara. Lejos de la fotografía maravillosa de Breaking Bad o de los planos estáticos sin movimiento de Los Soprano, en Succession se hace un uso constante de la cámara en mano y del zoom.
Estos dos recursos hacen que la imagen pierda estabilidad y tenga más movimiento y un gran efecto de cercanía para introducir al espectador en la escena.
El tema del uso del zoom no sé muy bien como explicarlo, pero básicamente es lo que hacía tu padre con la cámara antigua que se compró para grabar las vacaciones o tu actuación en el teatro del colegio, haciendo zoom hacia tu cara mientras seguía grabando. Pues aquí lo hacen pero sin ese temblor de pulso y a toda velocidad. Más o menos como en la segunda parte de este gif, pero más exagerado.
Ambas técnicas, pero sobre todo el uso del zoom, me han llamado mucho la atención puesto que su uso se da en comedias y falsos documentales como Modern Family o The Office, o en series con más acción y que requieren dar velocidad a la escena, pero pocas veces son utilizados en dramas como este.
Como decía, es fantástico para darle autenticidad a lo que muestra la pantalla puesto que crea la falsa sensación (salvando muchísimo las distancias, obviamente) de estar viendo algo amateur. Es un recurso brillante, un pequeño detalle de mimo al producto, aunque tengo la sensación de que según van avanzando los capítulos, el uso es menor.
El último punto que quería comentar es el final de la primera temporada (ojo a los posibles spoilers). Después de 9 capítulos FAN-TÁS-TI-COS todo se va a la mierda queda ensombrecido por una resolución atropellada, en la que en pocos minutos tienen que resolver todo lo que no les ha dado tiempo antes y que dejan un sabor agridulce porque empañan todo el buen hacer hecho hasta ese momento. Parece que el personaje de Kendall necesitaba al menos media hora extra para poner todo en orden y cerrar su trama de la mejor manera posible, pero el tiempo era el que era y tuvieron que sintetizar. Una lástima.
